Creo en la intuición como forma natural para acercarse al texto, siempre obtengo una idea a priori de él. Esta es el alma de todo trabajo, de ella me nutro al trabajar; las palabras, las imágenes, las ideas. Siempre surgen de la primera intuición. A ella me ato, a ella siempre regreso cuando me pierdo.
Un recorrido vital que termina en un conocimiento. Acercarse, alejarse, nombrar.
De ahí que creo que siempre me moveré en lo incierto, en las imágenes inciertas, porque, al igual que el lector (eso deseo), entenderé la idea solamente hasta después de haber concluido en una reflexión.
La intuición es el primer paso hacia eso que de alguna manera nos espera. Entender, entonces, es detenerse y observar ese andar.
Lindo paseo el conocimiento.